Un paseo por Brujas

También es cierto que en mi caso, como soy de una ciudad de edificios altos, muy nueva, y sin turistas, no he conseguido sentir la ciudad como un lugar cercano a mí.

Paso casi cada día por los mismos puntos y siempre me vuelven a sorprender. El reflejo en los canales, los atardeceres, la mezcla de belleza y decadencia.

Cuando estaba en Bachillerato, no pude ir al viaje de fin de curso (Bélgica, Holanda, París), y recuerdo que pensé, ya irás. Es cierto que lo ví claro y nunca dudé, pero tal vez nunca pensé que se fuera a convertir en mi día a día.

Si váis, os recomiendo que la visitéis sin hacer caso a las guías. Vayáis por donde vayáis vais a encontrar rincones super especiales, e igualmente, con o sin guía os perderéis por sus calles laberínticas. Un poco como en Marruecos en el caso de las medinas, lo mejor es simplemente preguntar dónde esta la salida (la estación de tren), cuando sintáis que ya habéis visto suficiente.

Yo cada día la miro con ojos nuevos, para no perderme ni una de sus sopresas.

© Purcuapà, Leticia Vicario